Unos tienen la fama y otros cardan la lana. El refranero español es muy útil para ilustrar la realidad. Pero, si se habla de lana, precisamente, esta expresión viene como anillo al dedo para describir la situación actual que vive este sector, que no pasa por sus mejores momentos, aunque España es la principal productora de Europa tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea . De hecho, hubo un tiempo en el que España lideró el mercado de esta fibra natural obtenida de su ganadería ovina. A finales de la Edad Media ya había antecedentes de esta industria ganadera, pero desde el siglo XV y hasta el siglo XVIII la lana de oveja de raza merina española se convirtió en un referente por todo el mundo , siendo la más deseada por los fabricantes y desbancando a la competencia inglesa. No obstante, de unas décadas a esta parte este material ha sido desplazado por las fibras sintéticas, que copan casi toda la fabricación, con una cuota de mercado de en torno al 70%, cuando la lana apenas llega al 1%. Una triste desgracia para uno de los oficios con más raigambre en el ámbito rural, que en regiones eminentemente agrarias y ganaderas como Castilla-La Mancha está llevando a este sector a casi su extinción . Esta comunidad autónoma es la tercera en producción de España, con unos dos millones de kilogramos por año. Pero, en los últimos años, los ganaderos ovinos castellanomanchegos acumulan en sus explotaciones más de cuatro millones de kilogramos de lana, sin que nadie se haga cargo de ella. De ello se ha quejado en varias ocasiones Asaja Castilla-La Mancha , que ha planteado propuestas para dar una salida urgente a ese excedente, así como otras medidas con el fin de «transformar un residuo sin valor comercial en la actualidad, en un recurso útil y sostenible». Debido a la escasa rentabilidad y a la baja demanda de la lana en los últimos años, los ganaderos se están enfrentando a serios problemas de almacenamiento, a posibles focos de plagas y a dificultades en el manejo de este residuo en sus explotaciones ganaderas. Una situación que, según indican los actores implicados, puede resolverse en próximas fechas. Así se constató en la reunión que el director general de Ordenación Agropecuaria, Joaquín Cuadrado, mantuvo con representantes de Asaja y APAG Guadalajara, con el fin de trasladar esta cuestión al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación . A la espera de una posible solución se encuentra también Ramón Cobo Zarco , heredero de los saberes ancestrales que tienen que ver con la lana. Este conquense de 38 años, descendiente de una saga de ganaderos y tejedores de Mota del Cuervo (Cuenca), lleva desde que era un niño, junto con su padre, cargando vellones en un proyecto familiar que cuenta con más de cien años de historia. De hecho, según cuenta a ABC, su empresa «es la única a nivel nacional que cubre todo el proceso de elaboración y es uno de los últimos tres lavaderos que quedan en España, con otros dos en Castilla y León». Este romántico, superviviente de una tradición en declive, achaca la situación actual a la «mala gestión y pésima estrategia» a nivel comercial. «La lana, que fue un recurso económico importante para nuestro país, en los últimos 30 años ha perdido todo el valor y toda la dignidad con la introducción de las fibras sintéticas», dice con pesar Ramón, que lamenta que toda la producción se derivara a terceros países -China, Taiwan y otros de ese entorno- , lo que tiene ahogados a los escasos y pequeños productores locales. De ahí, que pida ayudas públicas y que el sector en el que él trabaja no pague los mismos impuestos, sino menos, que las empresas que elaboran fibras sintéticas, «que además son más contaminantes para el medio ambiente», señala este tejedor conquense, que cree es una «competencia desleal y con desventaja» que ha dejado a la lana «en uno de los peores momentos de su historia». Una situación que ya era mala, pero que empeoró hace dos años tras el brote de viruela ovina en Castilla-La Mancha, que hizo que China, principal importador de lana, cerrara sus puertas a la materia prima procedente de esta región, explica a este diario el director general de Ordenación Agropecuaria, Joaquín Cuadrado . El departamento que él dirige lleva tiempo buscando alternativas a la acumulación de la lana en las explotaciones ganaderas. En primer lugar, a corto plazo, Joaquín Cuadrado está en conversaciones con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para, con el objetivo de revalorizar esta materia prima y, de acuerdo con el reglamento europeo, convertir la lana sobrante en compost, como ya se hace en otros lugares. Y, a medio y largo plazo, según informa, el Gobierno de Castilla-La Mancha está trabajando en dos proyectos de investigación . Uno de ellos, es el que está realizando el grupo Clamber de Puertollano, junto con el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (Iriaf) y la Universidad de Castilla-La Mancha, para transformarla en abono orgánico mediante hidrólisis, que es una reacción química que usa agua para su descomposición. Y, por otro lado, se está preparando un proyecto de innovación, con la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba , para otros usos alternativos como fieltro, aislante en construcción, sustrato en agricultura o pellet. En definitiva, un ejemplo de economía circular.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-22 16:27:45
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