Este pequeño buceador haría una excelente actuación en una prueba de apnea, aunque con trampa, porque tiene su propia ‘bombona’ de oxígeno. El anolis de agua, una especie de lagarto semiacuático de los bosques tropicales de Costa Rica, produce una burbuja especial sobre sus fosas nasales para respirar bajo el agua, lo que le permite sumergirse durante 20 minutos. La bióloga Lindsey Swerk, profesora en la Universidad de Binghamton (EE.UU), estudiaba a los anolis en su ambiente cuando se dio cuenta de que permanecían mucho tiempo bajo el agua con una burbuja sobre su cabeza. Lo que no tenía claro es para qué servía esa burbuja. ¿Es un efecto de las propiedades de la piel del animal, un reflejo respiratorio o les sirve para respirar y aguantar más tiempo bajo el agua? Para investigar si la burbuja cumple una función en la respiración o es simplemente un subproducto de la misma, Swierk aplicó una sustancia a la superficie de la piel de los lagartos que evitaría la formación de burbujas. «La piel de lagarto es hidrófoba. Normalmente, eso permite que el aire se adhiera muy firmemente a la piel y que se formen estas burbujas. Pero cuando se cubre la piel con un emoliente, el aire ya no se adhiere a la superficie de la piel, por lo que las burbujas no se pueden formar», explica la investigadora. Swierk registró la cantidad de burbujas que podían producir los lagartos y el tiempo que podían permanecer bajo el agua, y lo comparó con los lagartos de un grupo de control a los que se les permitió respirar con normalidad. Descubrió que los lagartos del grupo de control podían permanecer bajo el agua un 32% más que aquellos con problemas de formación de burbujas. «Esto es realmente significativo porque es el primer experimento que realmente demuestra la importancia adaptativa de las burbujas. La reinhalación de burbujas (inhalar parte o la totalidad de su propio aire) permite a los lagartos permanecer bajo el agua durante más tiempo. Antes lo sospechábamos, veíamos un patrón, pero en realidad no probamos si cumplía una función», señala Swierk. El estudio, que este miércoles publica la revista ‘ Biology Letters ‘. confirmó que la burbuja ayuda a los lagartos a permanecer bajo el agua durante períodos más largos, proporcionándoles un refugio de los depredadores. «Los anolis son como los nuggets de pollo del bosque. Los pájaros se los comen, las serpientes se los comen», compara Swiek. «Así que al saltar al agua, pueden escapar de muchos de sus depredadores. Sumergidos, permanecen muy quietos y están bastante bien camuflados. Simplemente permanecen bajo el agua hasta que pasa el peligro. Sabemos que pueden hacerlo al menos unos 20 minutos, pero probablemente sea más tiempo», afirma. En el futuro, Swierk quiere averiguar si los lagartos utilizan la burbuja como algo llamado branquia física, como en los insectos que utilizan burbujas para respirar bajo el agua. Los insectos tienen menores requerimientos de oxígeno, y la cantidad de oxígeno que se difunde desde el agua al aire de la burbuja es suficiente para sustentarlos. Es probable que los anolis acuáticos sean demasiado grandes para ser sustentados únicamente por el oxígeno de una burbuja. Swierk dijo que la investigación es emocionante porque los científicos no saben mucho sobre el uso de burbujas en vertebrados, lo que puede abrir la puerta a materiales bioinspirados. También es interesante aprender sobre un nuevo comportamiento animal. «La gente me ha comentado lo mucho que les encanta el buceo y la apnea, y lo interesados que están en cómo los animales pueden hacer lo mismo», dice. «Así que existe una gran oportunidad de que la gente se entusiasme con la ciencia al establecer esta relación entre lo que les encanta hacer y lo que ha evolucionado en la naturaleza. Incluso en animales que parecen comunes, siempre se encuentran cosas nuevas».
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-17 23:01:00
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