Northvolt llegó con la promesa de transformar Europa en un centro de producción de baterías para el coche eléctrico. La ambición estaba presente: construir una gigafactoría con 60 GWh de capacidad anual, que siguiera principios de economía circular y reciclaje, aprovechando el clima frío del norte de Suecia. Los fabricantes de automoción rápidamente apoyaron este proyecto y encargaron pedidos para sus ambiciones eléctricas. Es el caso de BMW, que solicitó 2.000 millones de euros de baterías para la siguiente generación de modelos cero emisiones de la marca. Hace una semana, cancelaron este pedido por problemas con la entrega. Ahora, Northvolt