A punto de concluir la siembra de los cereales de invierno, los agricultores respiran aliviados gracias a las lluvias caídas la semana pasada, que han servido para reducir considerablemente la inquietud que se había instalado entre estos productores por la baja pluviometría registrada los pasados meses de noviembre y diciembre. Esta circunstancia provoca que haya buenas previsiones de cosecha a finales de primavera y principios de verano, que es cuando se realiza la recolección de este cultivo en Córdoba. La cara amarga la representan los precios, con unos valores especialmente bajos al límite de la rentabilidad para estos empresarios agrícolas. Las comarcas del Norte junto con la campiña son las principales zonas productoras de herbáceos en la provincia. Desde Asaja indicaron que la siembra de este cultivo, que se inició más tarde que en otros años y que está a punto de concluir, se ha desarrollado con normalidad. Únicamente existía la preocupación entre los productores cerealistas del escaso nivel de lluvias registradas en los últimos meses de 2024. Esta incertidumbre, según apuntó a ABC el técnico de la patronal agraria, Antonio Monclova, parece haberse diluido con las precipitaciones caídas antes, durante y después del día de los Reyes Magos. Para esta organización profesional la realidad diaria de estos agricultores sigue marcada por los cambios de la Política Agraria Común (PAC), la carestía de las semillas y el gasoil, así como el aumento del precio de los fertilizantes. El representante de Asaja destacó que las previsiones de cosecha para cuando se inicie su recogida a mediados de año son buenas, pero para que se cumplan es imprescindible que llueva desde mediados de febrero hasta bien entrada la primavera. Los datos oficiales publicados por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural indican que la superficie de este cultivo en la provincia a finales del año pasado ascendía a 110.125 hectáreas, apenas 500 hectáreas menos de las que se registraba en la anualidad anterior. Sin embargo, en lo que se refiere al producto más representativo de esta categoría, el trigo, se observó un descenso de este indicador de algo más de un 8 por ciento hasta llegar a un total de 59.950 hectáreas, siendo más acusada la bajada correspondiente al duro (-10,7%). A pesar de ello, Córdoba mantiene su segunda posición con unas cifras únicamente superadas por las de Sevilla, que se sitúan en las 128.770 hectáreas. La realidad es distinta para la cebada y la avena, que aumentaron su área sembrada en un 17 y en un 6,6 por ciento respectivamente, alcanzando las 20.275 y las 29.900 hectáreas. Monclova señaló que entre los agricultores hay mucha preocupación por los precios en los que venden sus producciones. Las estadísticas de la Administración autonómica muestran que la semana pasada que la tonelada de trigo duro se pagaba al agricultor a una media de 280 euros por tonelada , una cifra que contrasta con los 365 euros que se abonaban hace un año, lo que supone un descenso del 23,2 por ciento. En el caso del trigo blando la merma es más tímida al estar algo superior al 16 por ciento. La bajada más acusada la sufre la avena , con una merma interanual cercana al 27 por ciento, mientras que las cotizaciones de la cebada sufrieron un descenso que rozó el 5 por ciento, según los datos de la Junta. «Los precios que se están registrando en este momento son ruinosos para el agricultor», aseguró el técnico de Asaja, quien agregó que «las cotizaciones actuales van muy justitas para cubrir los costes de producción y que las explotaciones puedan ser rentables». También recordó que España produce menos cereales, salvo en el caso del trigo duro, de los que necesita por diversas causas, entre las que se encuentra la alimentación animal, lo que ocasiona la realización de importaciones de herbáceos cada año desde otras partes de Europa y de América. «Es contradictorio que se pueda comprar trigo transgénico de otros países, con el que se consigue unos mejores rendimientos , para elaborar nuestro pan y nuestras pastas y que en la UE no se permita», reflexionó Monclova. Cetisur es una firma con instalaciones en Fernán Núñez y en la capital que está especializada en varios productos, como es el caso de los herbáceos. Su consejero delegado, Alfonso Moreno , detalló que la baja da de los precios que se ha producido este año es debido, fundamentalmente, a la mayor cosecha que se registró en la última campaña en España. «Lo que pueda pasar en los próximos meses nadie lo sabe, ya que, aunque la campaña de siembra ha ido correctamente, la producción que finalmente se registre dependerá con las lluvias que pueda haber a finales de marzo y de abril», recalcó este directivo. En febrero de 2022 Rusia inició la invasión de Ucrania, un conflicto armado que continúa en la actualidad. Este escenario bélico provocó en los primeros meses un importante incremento del precio de los herbáceos debido a los problemas de suministro que se originaron a consecuencia del conflicto bélico, alcanzándose niveles hasta ese momento desconocidos. Estos efectos parecen haberse diluido casi tres años después del inicio de las hostilidades, como afirmó el consejero delegado de Cetisur, Alfonso Moreno. «Cuando comenzó el conflicto es cierto que el sector se vio sacudido porque había mucha incertidumbre con el tema de los suministros, pero todo esto ya no existe y los mercados se mantienen actualmente estables a nivel mundial», según aseguró este directivo empresarial.
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Author : (abc)
Publish date : 2025-01-13 05:45:00
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Precios «ruinosos» para el cereal que ha terminado su siembra con buenas perspectivas
