Ya lo hizo una vez, y está claro que lo haría dos. Pero es evidente que no va a ser necesario. Hace años, Christian Gálvez fue despedido de la televisión, y cómo él mismo ha contado recientemente no tuvo problema alguno en buscar otro trabajo, algo que encontró en una juguetería, «necesitaba facturar» explicaba hablando del tema. Ahora su situación no es la misma, si bien hace poco más de un es que cancelaron ‘¡Boom!’ y en estos momentos se encuentra sin proyecto televisivo alguno, la situación no es la misma, ni siquiera es parecida. En este momento de su vida el presentador cuenta con seis novelas en el mercado, además de diez libros infantiles, además de otro tipo de inversiones y propiedades que le respalda económicamente como para no preocuparse demasiado si tarda en sonar el teléfono para volver a presentar, y menos teniendo en cuenta que tiene contrato de cadena, privilegio del que no demasiados rostros de los que vemos cada día en televisión gozan. Tampoco es excesivamente común que alguien logre encadenar 18 años seguidos en una cadena de televisión, y eso es precisamente lo que él ha hecho en Telecinco, cadena a la que sigue ligado, aunque por primera vez se encuentre a la espera de nuevos retos. Una espera que está ocupando con la promoción de su nuevo libro, ‘Te he llamado por tu nombre’, algo que le ilusiona mucho, que ya tenía previsto al margen de la cancelación de su programa, y que probablemente por las circunstancias ahora esté disfrutando con mucho más tiempo y calma que cuando tenía que compaginarlo con otro proyecto. Christian cuenta con tres empresas en su haber, la primera de ellas y la más antigua es 47 Ronin, la dio de alta en 2007, coincidiendo con su entrada en Mediaset y se dedica a «actividades de postproducción cinematográfica, de vídeo y de programas de televisión» según datos del Registro Mercantil, aunque esto es algo que ha cambiado a lo largo del tiempo, en principio gestionaba desde aquí sus contratos en televisión y su imagen y con el tiempo se han hecho modificaciones en a entidad para albergar otro tipo de proyectos. No se pueden consultar cuentas en este momento para saber cómo va esta entidad porque durante algunos años estuvo paralizada, pero en 2021, que fue cuando se puso en pausa gozaba de una muy buena salud económica, pues estaba valorada en 1,3 millones de euros. La segunda vez que emprendió como empresario lo hizo con ‘Lienzos y estrellas’ en 2016, cuando su carrera literaria ya había cogido carrerilla y necesitaba una entidad dedicada a gestionarla, de hecho el objeto social de la empresa lo deja claro: «promoción de espectáculos, realización de eventos, promoción y dirección de obras de teatro, presentación y divulgación de obras científicas, literarias, artísticas e históricas», desde el principio administra esta entidad junto a otro socio, y a pesar de que ya lleva años en activo jamás han presentado cuentas, algo que pueden hacer porque por el tipo de sociedad está permitido. Su última aventura ha sido una productora ‘Fénix Media Audiovisual SL’, una productora de la que no es el único propietario, además de él mismo y otros socios ha invertido en este proyecto Mediaset, aunque el presentador ocupa los cargos de consejero y presidente. Parecía un proyecto muy ambicioso, pero lo cierto es que a día de hoy la entidad no presenta ninguna actividad y la página web que crearon para la productora reza desde hace más de un año «próximamente hablaremos de televisión». Pero esto no es todo, pues Christian tiene además un amplio patrimonio en ladrillo que ha crecido bastante desde que conoció a Patricia Pardo , su actual pareja y madre de su único hijo. Tras vender el chalet de Boadilla en el compartió parte de su vida junto a su exmujer Almudena Cid en junio de 2022, se decidió a ampliar su cartera de inversiones en vivienda, que en ese momento se quedaba con un modesto local y dos plazas de garaje en Móstoles (Madrid) que solo constaban a su nombre. Pero solo unos meses después y tras una boda secreta, Christian estaba firmando junto a Patricia la compra de una casa de verano en Sada, un municipio de A Coruña por el que pasa la ría de Betanzos. Es una casa unifamiliar de obra nueva de 617 metros cuadrados sobre una parcela de 1617 con dos plantas, sótano y jardín con piscina y unas vistas de ensueño a la naturaleza. Es un refugio perfecto en el que pasar su tiempo libre, y sobre todo con espacio suficiente porque, aunque ellos solo tienen un hijo en común Patricia tiene dos hijas de su matrimonio anterior, por lo que ahora son familia numerosa. Pero si una boda secreta y la firma de una vivienda de esas características no fueran suficiente compromiso antes de cumplir el año de relación, antes de cumplir los dos su pequeño Luca ya estaba en camino y en febrero de 2024 volvieron a la gestoría para formalizar la compra de la que ahora es su residencia en Madrid, una casa en una de las urbanizaciones más lujosas de la capital. Una construcción de 500 metros cuadrados, con cinco habitaciones con terraza todas ellas, habitación y baño para servicio, cenador y jardín privado con piscina, sótano, garaje para cuatro coches, salón de juegos y zona da lavadero. Una vivienda de ensueño para disfrutar con toda la familia, porque si algo le va bien a Christian es el terreno persona. De eso no hay duda alguna
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Author : (abc)
Publish date : 2025-01-18 03:23:00
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