El experto de Granada que lo recomienda: «La última comida del día no debe ser después de las cinco de la tarde»

¿Es casualidad que un estudio que recomienda el ayuno intermitente salga a la luz justo cuando han terminado las navidades y casi todo el mundo quiere perder peso? Coincidencia o no, es exactamente lo que ha ocurrido. El 7 de enero, la revista Nature Medicine ha publicado los resultados de una investigación en la que han participado científicos de las universidades de Granada y Navarra , así como del Centro de Investigación Biomédica en Red, y que concluye que el ayuno intermitente ayuda a perder peso . Jonatan Ruiz , nacido en Granada hace 46 años, es catedrático en Actividad Física y Salud en la Facultad de Ciencias del Deporte y además dirige el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud . Es uno de los coordinadores del estudio, especialmente importante si se tiene en cuenta que el 70 por ciento de los hombres y el 50 por ciento de las mujeres sufren problemas de obesidad o sobrepeso. Los provocan muchos factores, pero sin duda uno de los principales es hacer la última ingesta del día demasiado tarde. De grandes cenas están las sepulturas llenas , dice el refrán, y el catedrático lo corrobora. «Por los cambios que ha habido en la sociedad, muchos llegan a casa tarde y estresados. Entonces es cuando se dicen: ‘es mi momento’, se relajan y cenan mucho más de la cuenta. La consecuencia no es sólo el sobrepeso, sino también «enfermedades cardiovasculares que cada vez aparecen a edades más tempranas». Para combatirlas se necesitan «hábitos de vida saludables» y también comer sano. En ese sentido, la dieta mediterránea es magnífica. Mucho mejor que la de Suecia, lo sabe por experiencia porque él vivió cinco años allí, mientras hacía la beca. Lo recomendable es que la última ingesta se haga cuanto antes mejor. «Si puede ser, a las cinco de la tarde», incide el experto, que sabe que eso no es siempre posible. «Pero lo suyo es ir acostumbrándose, hacerlo de manera progresiva , mentalizarse de que estamos alineando el momento en que comemos con nuestra función fisiológica». Esto último merece más explicación: «El ayuno intermitente intenta alinear ese momento con esa función. Por la mañana, lo lógico es que tengamos hambre, mientras que por la noche nuestro cuerpo se prepara para dormir y nosotros lo sometemos a lo que no es su función , con horas de luz artificial y con comida que no corresponde». La norma tiene sus excepciones , pero también se puede trabajar sobre ello. «Si no hay posibilidad de hacer deporte antes y una persona sale del gimnasio a las nueve de la noche, debe ingerir algo, no se va a acostar sin eso. Pero en ese caso, debe intentar hacerlo cuanto antes, a las nueve y media de la noche». El ayuno intermitente tiene cada vez más adeptos, o al menos personas interesadas en ello. Lo normal es que el ayuno se rompa entre las 7 y las 8 de la mañana y la cena se haga entre las nueve y las diez de la noche. La «ventana de ingesta» está entre las 12 y las 14 horas. La estrategia que se propone en el estudio propone reducirla a un periodo entre 6 y 8 horas, de manera que se ayunará entre 16 y 18 . Como el ayuno intermitente recomienda no comer durante determinados tramos, si se cena más allá de las nueve de la noche, lo aconsejable es renunciar al desayuno de la mañana siguiente «y no comer nada hasta la una de la tarde». Eso rompería el tópico que asegura que el desayuno es fundamental. «En realidad eso no tiene fundamento científico y se puede romper el ayuno a la una de la tarde sin problemas», matiza, aunque admite que, de las tres comidas del día, debería ser la más copiosa. El ayuno intermitente no es, por supuesto, la única forma de perder peso. Se puede conseguir también haciendo deporte y aferrándose a una alimentación sana que deje fuera el alcohol y los fritos e incluya fruta, verdura o legumbres. Es lo que el especialista llama educación nutricional. «Sólo con esa educación nutricional, no obstante, se ha demostrado que no se baja tanto peso. En este estudio, los que practicaron ayuno intermitente perdieron cuatro kilos más», puntualiza Jonatan Ruiz, que regresa a su idea de cenar tempranito para poner el acento en que eso ayuda mucho «a perder grasa subcutánea, lo que conocemos como michelines , y para reducir el nivel de glucosa en sangre». El método implica sacrificios, quien algo quiere algo le cuesta. Pero también permite alguna alegría . «De hecho, es positivo planificar el ayuno intermitente seis días a la semana y dejar un día libre. Romper la rutina puede ser positivo y estresarse con cumplir a rajatabla las normas todos los días sin saltarse uno puede ser contraproducente», concluye.



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Author : (abc)

Publish date : 2025-01-09 11:15:00

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