El coleccionista pozoalbense afincado en Santa Cruz de Tenerife -ejerce allí la medicina-, Blas García, es el dueño de seis cuadros de Julio Romero de Torres , de gran valor artístico . La mayor experta en la obra del pintor cordobés, Mercedes Valverde, ha asegurado que todos los lienzos que posee son «’museables’». Se trata, además de obras, que en su inmensa mayoría no se han podido ver en Córdoba -cinco no se han exhibido aún aquí-. Este amante del arte las ha ofrecido sin éxito al Ayuntamiento de Córdoba pàra que fueran expuestas con motivo del 150 aniversario de este genio, que se cumple en estes 2024. Todas ellas tienen, además, detalles llamativos ligados a su creación o a su historia. En el caso de ‘Retrato de Adela Carbone [pintada en 1911]’, la más importante de las seis que posee este coleccionista -la adquirió en una subasta en Sotheby´ en 2023-, hay que tener en cuenta que en ocasiones se alude a ella con un título diferente: ‘ Adela Carbone, la Tanagra ‘. El nombre corresponde a una actriz y escritora que retrató Julio Romero de Torres. Pero… ¿Y la tanagra qué es ? En la documentación remitida por este coleccionista a este medio para la elaboración de la extensa información que se públicó sobre esta media docena de piezas el domingo , se explica que Carbone aparece en este lienzo lujosamente vestida, como si acabase de terminar una representación teatral. En sus manos, porta «una tanagra , una estatuilla de terracota griega del siglo IV antes de Cristo, originaria de Tanagra, región de Beocia». «Desde su descubrimiento a finales del siglo XIX, estas figurillas se pusieron de moda, adquiridas muchas de ellas por museos y coleccionistas particulares», se explica. La segunda obra en importancia artística que posee García del genio cordobés es ‘ Sulamita ‘. Es una obra envuelta en el misterio . La pinta en 1921, con la finalidad de que sea expuesta en la galería Witcomb en Buenos Aires, donde el pintor cordobés realizó una gran muestra en 1922. El cuadro se vendió y se le perdió la pista en Latinoamérica durante un siglo . Hasta que, según explica García, un marchante de arte latinoaméricano la adquiere y se le vende a un empresario español en 2021. A éste último es a quien se la compra García. ‘El retrato de Rafaelita Ruiz [1915-1916]’ es otra de las joyas que atesora este coleccionista. Una de sus singularidades , expone García, es que Romero de Torres plasma aquí a « una modelo a la que pinta durante muchos años ». Y no es una forma de hablar. Su rostro se encuentra en trabajos del artista como ‘Serranilla’, ‘Carmen’, ‘Poema de Córdoba’, ‘Marta y María’ o ‘Las dos Sendas’. Este buen conocedor de la obra de Romero de Torres indica que Rafaelita era una mujer «muy joven» . Por ello, el genio cordobés «nunca la pintaba sin un familiar delante ». «Ella dejó de posar para Romero de Torres cuando se casó y su marido ya no quiso que la pintaran más». ‘En retrato de María Esparza [1915]’, la particularidad está escondida a los ojos de todos. Porque, según explica García, tras adquirirla en una casa de subasta en Madrid, al radiografiar el cuadro se encontraron con que Romero de Torres lo había realizado « sobre un lienzo que ya había usado previamente ». Esto, explica este buen conocedor de la obra del mayor pintor cordobés, era «habitual». «En aquel momento, no había los medios que hay ahora», indica. Cuando se salta a ‘ Retrato de Carmencita Atienza ‘, sobre el cuadro sobrevuela inevitablemente el hecho de que sea uno de los últimos cuadros que pintó Romero de Torres . Falleció en mayo de 1930 y lo realizó entre febrero y el mes de su deceso. En ella, retrató a la hija del entonces gobernador civil, Graciano Atienza. Se da la circunstancia de que este político fue el organizador del entierro del pintor y uno de los responsables de que se levantara el monumento a este artista en los jardines de Agricultura. Antes de abordar la última pieza de García, hay que reseñar que es una pieza que, al mostrarla este coleccionista, la hace pública prácticamente por primera vez. Porque se trata de una pieza que él compró directamente a la familia Atienza . «Jamás se ha expuesto», sostiene este amante del arte. Cierra el listado ‘ Retrato de una dama [1915-1919]. Aquí la singularidad se torna un misterio aún sin resolver : es uno de los escasísimos cuadros que se conocen de este artista en los que retrata a una mujer mayor -hay constancia de tres-. Pero es que no se ha logrado averiguar la identidad de quién posó para Romero de Torres. Es, por sus ropajes y joyas, una mujer de la burguesía . Mercedes Valverde está tratando de averiguar de quién se trata.
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Author : (abc)
Publish date : 2024-09-16 13:48:18
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Seis singularidades de las obras de Romero de Torres ofrecidas al Consistorio: de la nunca exhibida a la del lienzo reutilizado
